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La Historia de los Aviones 
Sección coordinada por Antonio Morales (Experto en Historia de la Aviación de Avion Magazine.Com)

 

Consolidated PBY-5A Catalina

                                                                  Un veterano de Vietmam en Cuatro vientos: De Havilland Caribou

B-25 Mitchel

El DC-3 y su servicio militar en España

SAAB-32 LANSEN (Lance):el primer reactor que aterrizó en Cuatro Vientos

Grumman SA-16A Albatros: su historia en el SAR

"El Choto": la historia de los DC-4 (serie T-4) del Ejército del Aire Español

 

Consolidated PBY-5A Catalina


En nuestro paseo por la zona exterior del Museo del Aire de Cuatro Vientos ( Madrid ), descubrimos una sorprendente y cautivadora silueta, el Catalina. 

Por Antonio Morales

Sorprende al viajero sus numerales y escarapelas militares españolas, pues entre los muchos paises en los que ha volado: Argentina, Brasil, Chile, China Nacionalista, Republica Dominicana, Ecuador, Indonesia, México, Perú, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Rusia, pocos aficionados conocen el hecho de su presencia en la Fuerza Aérea Española. Presencia mas testimonial y anecdótica que importante desde el punto de vista operativo ya que fue un solitario Catalina el que volaría con los colores del Ejercito del Aire.

Fue este avión una de esas casualidades que hicieron aparecer en España aviones como el Douglas DC-3, B-25 Mitchel, Focke Wulf Fw-200 Condor, Junkers Ju-290, o el Fairey Swordfish; todos ellos volados en condiciones casi "milagrosas" dada la carencia de repuestos para estos aparatos en el país.

Diseñado por el director de la Consolidated Isaac Mac Laddon por encargo de la marina estadounidense, este longevo, confiable y noble avión entra en la historia cuando uno de los ejemplares al servicio de la Royal Navy localiza, el 26 de mayo de 1.941, al acorazado alemán mas buscado en esos momentos de la guerra, el Bismark.




Dedicado a las patrullas marítimas de largo radio, como avión torpedero, bombardero o avión de salvamento y transporte, vuela el Catalina por todos los cielos del conflicto mundial. Con el fin de la guerra pasan los PBY-5 supervivientes a destinos civiles en los cinco continentes. Como transportes o aviones apaga fuegos sobreviven multitud de ellos desperdigados por el globo.





Es precisamente durante la Segunda Guerra Mundial, en pleno año 1.943, cuando un PBY-5A que realizaba su vuelo de entrega entre Canadá y el Reino Unido, aterriza en el territorio español de Sidi Ifni. Este "pequeño" error de navegación de apenas 2.500 millas dota a España de este único anfibio. Queda internado el avión y es trasladado al aeropuerto de Barajas ( Madrid ) por su tripulación americana. Pasa inmovilizado en este aeropuerto siete años hasta que es adquirido para el Ejercito del Aire.

Recibe la matricula militar "DR-1" y es destinado a la escuela superior de vuelo de Salamanca donde recibe la numeración 74-21. Realiza en este destino múltiples misiones de entrenamiento y cooperación aeronaval. Vuela con regularidad a Baleares Y canarias desde su base salmantina. En este destino pasa la totalidad de su vida operativa en nuestros cielos, hasta que en 1.957 durante una visita a Son San Juan ( Palma de Mallorca ) sufre una salida de pista que, unido a su deteriorado estado hace que se retire del servicio y sea desguazado. 

Aún siendo este el final de Catalina del Ejercito del Aire, 35 años después llegan a España procedentes de Chile dos Catalinas para la lucha contra el fuego en nuestros bosques. Uno de ellos todavía está aparcado en el Aeropuerto de Cuatro Vientos (LECU). (Foto de Alberto Díaz de la Quintana). 
Gracias a estos "visitantes" cuenta hoy el Museo con un ejemplar donado por la compañía SAESA e incorporado al museo el 12 de Febrero de 1.996. De esta época es su foto en Cuatro Vientos(foto apaisada en vertical). Este avión, aunque con diferente unidad de cola (pues no tiene la de formas redondeadas de su época) y sin las burbujas de observación, luce la matricula militar y numerales de su antecesor para deleite de todos los aficionados. El Catalina comparte su espacio en el Museo junto al Dornier 24...pero esta será ya, otra historia.






UN VETERANO DE VIETNAM EN CUATRO VIENTOS:
DE HAVILLAND CARIBOU


Tratamos en estas líneas de uno de los aviones mas conocidos de la factoría canadiense de De Havilland, a pesar del escaso número de unidades que llegaron finalmente a producirse, tan solo 307 unidades.

Por Antonio Morales


Aparato de construcción enteramente metálica y aspecto desgarbado, es el Caribou especialmente apto para su operación desde pistas no preparadas y campos muy reducidos. Por su tamaño y mínima velocidad de aproximación, cuando uno observaba el aterrizaje de estos aparatos daba la sensación de estar literalmente "colgado del cielo".

A finales de los años 50 y con la experiencia de la Guerra Mundial y la Guerra de Corea quedó en evidencia la vulnerabilidad de bases aéreas y aeródromos. Ante ello nació la necesidad de un nuevo tipo de avión: el avión de transporte táctico. Una aeronave capaz de operar desde pistas no preparadas, con capacidad STOL ( Short take off and landing ) y que además debía tener la característica de una descarga rápida. Los tiempos de los grandes y lentos aviones de transporte con puertas laterales habían llegado a su fin.

Con estas especificaciones como base, el 30 de julio de 1.958 despega por primera vez el prototipo del DHC-4. Desde el primer momento aparece como un avión de magnificas características STOL, con capacidad para operar desde cualquier campo por poco preparado que éste se encuentre. Dotado de neumáticos de baja presión y unas robustas patas en su tren de aterrizaje, con unos enormes flaps de borde de fuga el Caribou ha demostrado a lo largo e su vida operativa que puede despegar desde un campo calcinado en oriente medio o desde los claros de la selvas monzónicas. En este teatro realiza el Caribou sus primeras armas, durante el conflicto de Vietnam. Originalmente suministrado por los norteamericanos a las Fuerzas Aéreas de Vietnam del Sur, acabó sirviendo con escarapelas norvietnamitas.

Un aparato que además, reducía las sendas de planeo, que en el entorno hostil de la batalla son una etapa del vuelo especialmente peligrosa. De hecho los nuevos aparatos de transporte táctico están especialmente protegidos contra los impactos en esta fase tan crítica de la operación, que incluye el que los pilotos lleven un caso especial y porten chalecos antibala.

A pesar de ello, el Caribou no se convirtió en un record de ventas. El ejercito estadounidense adquirió un total de 159 aparatos. Otras fuerzas aéreas que adoptaron esta aeronave fueron: Australia, Ghana, Kuwait, Kenia, Canadá, Zambia, Malasia, Tanzania, Omán, Abú Dhabi, Tailandia y Uganda.

Con ello cuando en 1.967 el Ejercito del Aire decide la compra de 6 DHC-4A ( versión del DHC-4 con pesos incrementados ) se convierte el la primera y única nación europea en operar este avión. Con ellos España cuenta por primera vez con un transporte táctico capaz de transportar 3 Toneladas con una autonomía de tres horas de vuelo o 1.500 Kg. y seis horas de vuelo con una velocidad de crucero de 293 Km/h. Los pilotos españoles llegaron a volar el Caribou de forma tan efectiva que eran capaces de parar el avión en solo 50 metros después del punto de aterrizaje.

Los primeros seis aparatos son destinados a complementar los DC-3 del Grupo 37 con base en los Llanos (Albacete). En esta Base se celebra el 3 de Enero de 1.968 la recepción oficial del primer aparato, matriculado T.9-1 (37-01), presidida por el general Lacalle.

En 1970 se adquieren seis aparatos mas que son enviados a compartir el mismo destino que sus hermanos. Los aviones son matriculados T.9-7 a T.9-12, y en julio de 1.974 son traslados a la Base de Villanubla, nueva sede del ala 37 en Valladolid.

Poco tiempo pasarían estos aviones en su base castellana, pues en Noviembre de 1.975 son desplegados al Base aérea de Gando, en Las Palmas de Gran Canaria. El motivo, la crisis del proceso de descolonización del territorio del Sahara español. Comparten los DHC-4 A la rampa de Gando con los CASA 2.111 ( Versión española del He-111 ), los T-6D y G y con los Hispano HA.220 Supersaeta. Mas de 1.000 horas vuelan los Caribou entre noviembre de 1.975 y febrero de 1.976, cubriendo destinos como Cabo Bojador, Lagüera, Smara, y Villacisneros. Toda esta operación de evacuación del personal español del territorio saharaui se conoció como Operación Golondrina. Finalizada la entrega del territorio al Reino de Marruecos retornan los aparatos a la base de Villanubla en Valladolid.

Llegado 1.981 y ante la retirada de servicio en 1.977 de los CASA C-207 Azor del Ala de transporte 35 de Getafe la capacidad de transporte del Ejercito del Aire se ve mermada, en estas circunstancias se piensa en la compra de mas Caribou. La línea de producción de estos capaces aparatos se había cerrado en 1.977, por este motivo se recurrió al surplus de la USAF. En el caso de la USAF el modelo de Caribou era el C-7A. La diferencia mas notable, a la vista, entre ambos modelos, es el radomo negro que aloja el radar meteorológico que equipaba a la mayoría de los C-7A.(Ver fotos). 

Un total de 18 Caribou adicionales fueron adquiridos al USAF, en ventajosas condiciones económicas y deplorables condiciones operativas, todo ello ente los años 1.981 y 1.983. Estos aviones fueron recogidos por tripulaciones españolas en la Base Aérea de Dobbins ( Estado de Georgia ) y había sido su última unida poseedora el Escuadrón 135 de Transporte Táctico de la Guardia Nacional del Estado de Maryland, así como el Escuadrón 700 de la Reserva de la USAF. 

Para su traslado a España se organizaron tres vuelos, uno de ocho aviones ( llegada a Villanubla el 29 de Octubre de 1.981 ) y dos de cinco ( Junio y Octubre de 1.982). La ruta seguida fue Dobbins-Westover-St. John(Canada)-Terceira(Azores)-Tancos(Portugal)-Villanubla, con una duración media de los vuelos de 32 horas, los Caribou fueron equipados con depósitos internos adicionales para estos vuelo de ferry. Por lo limitado de su equipo de navegación, fue necesaria la cooperación de un Loockheed C-130 Hércules de la Base de Zaragoza que actuó de "perro lazarillo" en estos épicos vuelos. Con la dificultad que entraña las diferentes velocidades de crucero de ambos aviones.

Nada mas llegar a su base fue evidente las malas condiciones en las que llegaban estos Caribou. Todos ellos eran veteranos de Vietnam, como pueden atestiguar los muchos agujeros de bala, que parcheados, jalonaban sus decrépitos fuselajes. En las revisiones y mantenimiento que hubo de realizarse a los recién llegados, se detectó en unos de los aparatos unas perfomances mucho mas pobres que las de sus hermanos. La razón se mostró sorprendente, al desmontar el aparto se encontraron placas de hormigón entre la estructura y el suelo de la cabina así como en las alas. Parece que era una medida de protección contra el fuego enemigo aplicada a algunos de estos aviones durante su participación en el conflicto de Vietnam.

Nuestro Caribou es, en concreto, el T.9-25. Perteneciente al lote de compra a la USAF, se trata de un C C-7A, perteneciente al Escuadrón 700 de la reserva de la USAF y con numeral 61-2394, es decir, avión adquirido con cargo a los presupuestos del año 1.961. Su número de construcción es el 53.

El protagonista de nuestra historia llega a la Base de Getafe el 21 de junio de 1.982, en el tercer vuelo de entrega y fue destinado al 371 Escuadrón donde se le asignó el numeral 371-05. Cuatro años mas tarde era dado de baja y depositado en la Maestranza Aérea de Madrid hasta su entrega oficial al Museo del Aire en Octubre de 1.984.

La baja definitiva de este modelo en el Ejercito del Aire se produjo el 12 de Junio de 1.991 en la base de Villanubla. El último vuelo operacional de un Caribou militar español fue realizado por el T.9-9 sobre la Base vallisoletana el día de su despedida. Precisamente es este el DHC-4 que mostramos en nuestras fotos tomadas recientemente el parte civil del aeródromo de Cuatro Vientos ( Fotos Alberto Diaz de la Quintana )

Algunos fueron dados de baja y desguazados, otros vendidos a New Cal en Malta para su conversión en DHC-4T Turbo Caribou. Pero para la contemplación del aficionado queda el T.9-25 en los jardines del Museo, que como curiosidad diremos que es el único avión periódicamente es abierto para poder ser visitado su interior.



FICHA TÉCNICA:

Motores: 2 Pratt and Whitney R-2000-7M2 Twin UASP
Velocidad Maxima: 347 Km/h (216 mph) a 6.500 ft.
Velocidad de Crucero: 293 Km/h (158 mph) a 7.500 ft.
Techo de servicio. 24.800 ft.
Tripuación: Dos pilotos y hasta 36 soldados, ó 26 paracaidistas.
Capacidad de Carga: Dos jeeps o hasta 3 Toneladas 





Muchas son las personas a las que sorprende, durante su visita al Museo del Aire de Cuatro Vientos, el encontrarse con un B-25 Mitchel pintado en los colores de la Fuerza Aerea Española.
El Mitchel forma parte de un extenso conjunto de aviones únicos que han formado en las filas del Ejercito del Aire Español, tales como un Catalina, varios FW Cóndor, un Ju 290, y un largo etc. De algunos escribiremos mas adelante, pues estas líneas están dedicadas al único B-25 Mitchel que voló con colores militares españoles en sus alas. 

El salto a la fama de este avión se debe a ser el protagonista del primer raid aéreo estadounidense sobre Japón durante la Segunda Guerra Mundial. El 18 de abril de 1.942 despegan del portaaviones Hornet diez y seis B-25B al mando del Teniente Coronel J. H. Doolittle, su destino, Tokio.

De construcción enteramente metálica, este bimotor de ala alta resultó ser un aparato dotado de unas excelentes características de vuelo. Su agilidad, docilidad y eficacia lo convirtieron en uno de los mejores aviones de su época y en el mejor bombardero medio de la guerra. 

Capaz de alcanzar una velocidad de hasta 470 km/h, con un techo de 6.100 m. y una autonomía de 2.400 Km este aeroplano vuela en todos los frentes durante la guerra. Desde el Pacífico a Rusia , desde el norte de África a China, el B-25 demuestra sus cualidades de vuelo y eficacia operativa. Ha volado bajo bandera Estadounidense, Francesa, Inglesa, Sudafricana, Canadiense, Holandesa, Brasileña e incluso Rusa. 

El ejemplar que sirvió en el Ejercito del Aire aterrizó el 4 de agosto de 1.944 en el aeródromo de Nador (Melilla) en la zona española del norte de África. Pertenecía el B-25 a la serie D-10-NC y formaba parte de la Fuerza Aérea del Ejercito Norteamericano. Su matricula militar era 41.30338 y el número de construcción 87-8503. El avión realizaba un vuelo de Casablanca a Argel y estaba desprovisto del equipamiento normal de una aeronave de bombardeo y equipado con asientos para su utilización como aparato de transporte de personal. Este B-25 que naciera en las factorías de North American Aviation Inc en Kansas City quedó internado en la Maestranza Aérea de Marruecos, en sus talleres de Melilla.

Pasados unos años, en 1.948 se decidió poner el avión en condiciones de vuelo, fin que se conseguiría tras dos años de duro trabajo y escasez, cuando no inexistencia de repuestos. Así pues, el 3 de junio de 1.950 la Maestranza de Marruecos hace entrega del aparato al teniente coronel Pombo Somoza, que lo traslada en vuelo a la Escuela Superior de Vuelo en Salamanca.

Con el indicativo 74-17 vuela el B-25 pilotado por los profesores de la Escuela Superior de Vuelo, destacando entre sus pilotos el teniente general González Gallarza, que lo utiliza frecuentemente en sus desplazamientos como Ministro del Aire. En esta situación permanece, hasta que en septiembre de 1.953 pasa a los talleres de la Base aérea de Matacán ( Salamanca ), debido a una avería en el tren delantero. Desgraciadamente, por la no existencia de repuestos, el avión permanece inactivo hasta su retirada de servicio, baja y desguace en diciembre de 1.956.

Ahora se preguntarán que, si fue desguazado, cómo es posible que esté en el Museo. La razón es que el B-25 que se conserva en Cuatro Vientos (Madrid) es una estrella de cine y no el B-25 original. Incorporado a la colección de aeronaves del Museo durante el año 1.986, el B-25J-20-NC había sido abandonado en el aeropuerto de Málaga, tras sufrir un incidente durante el rodaje de la película "Cuba". Donado por la " Military Aircraft Restoratio Corp" es sometido a restauración en la maestranza aérea de Sevilla, previo su traslado a Madrid. Este avión portaba la matricula militar 44-29121 y su número de fábrica el 108-33446. En su restauración es pintado como el "74-17" y exhibido  en el Museo desde entonces.

Con el paso de los años a la intemperie, su pintura se fue deteriorando y empeorando su aspecto exterior. Por este motivo desde hace poco mas de un mes uno de los grupos de trabajo de la Asociación de Amigos del Museo está trabajando en su acondicionamiento exterior e interior. Gracias a ellos, y al cine, hoy podemos contemplar este bello bimotor en su mejor esplendor.




Aunque tentador, no es el objetivo de estas líneas contar la historia del DC-3. Tan sólo se pretende hilvanar unas palabras que rememoren su paso por España. Una historia que comienza en la zona del protectorado español en Marruecos allá por el otoño de 1943 y finaliza en Palma de Mallorca con la compañía Aeromarket hace unos pocos años.

Es España un país muy especial para los aviones de la Douglas Comercial, pues el único DC que no ha llegado a volar en España fue el DC-5. Los primeros DC que llegan a este país se adquieren mediante la firma de un contrato de compra en un papel de fumar en 1934. Años después vuela en estas tierras, el único DC-1 construido. Superviviente de la guerra civil es volado por Iberia, cuando una parada de motores al despegar de Málaga una mañana, lo tira al suelo sin causar víctimas, pero dejando el avión irrecuperable. Ahora bien, un avión tan extraordinario como el DC-3 tenía que hacer una llegada muy especial...

En fechas cercanas al desembarco aliado en Casablanca tres despistadas tripulaciones estadounidenses aterrizaron sus aviones en el Marruecos Español. Uno lo hizo en Tetuán, otro en Alhucemas y el tercero en campo abierto. Eran tres C-47ª de transporte de tropas o paracaidístas. En base al derecho internacional España podía llevar estos aviones a cualquier parte de su territorio. La compañía Iberia es encargada del transporte de los aviones a Madrid. Tres legendarios pilotos se encargan del vuelo: Ansaldo, Pombo y Kindelán.

Reunidos los aviones en Barajas (Madrid) se gestionó con la Embajada de los Estados Unidos su venta a Iberia para ser convertidos en aviones de pasajeros. Para ello se les colocaron butacas y se acondicionaron para su climatización e insonorización. Lo curioso de esta anécdota, tan curiosa como cierta, es lo sorprendido de los norteamericanos al ver que los pilotos españoles volaron los aviones sin ningún tipo de curso o instrucción previa. Al ser preguntados cómo lo habían hecho, respondieron que era muy parecido al DC-2 y más moderno. Tan sólo no sabían cuál era la finalidad de un pequeño botón rojo en el tablero. "Han tenido ustedes suerte" fue la respuesta del técnico americano: ese botón establecía la conexión con un explosivo que destrozaba el cuadro de mandos y hacía inservible el avión, por si caía en territorio enemigo.

La vida militar de los DC-3 ó T-3, en nomenclatura del Ejército del Aire, se inicia en 1947 al comprar éste a Iberia los que serían T.3-1 y T.3-2. Estos aviones son dos de los llegados en la rocambolesca historia que ya os hemos narrado. El T.3-1 es destinado a la Escuela Superior de Vuelo en Matacán (Salamanca) y el T.3-2 es incorporado al Grupo de Estado mayor con Base en Getafe (Madrid). A estos primeros aviones se unen cinco más con la "Ayuda Americana" en 1956 y 17 más en 1957. Años mas tarde, entre 1961 y mayo de 1962, 30 aparatos adicionales son adquiridos a la Charlotte Aircraft Enginneering y seriados T.3-25 a T.3-54.

Un total de 67 T-3 volaron con el Ejército del Aire, siendo los 11 últimos comprados a Iberia entre diciembre de 1965 y mayo de 1966. Dos aviones adicionales fueron también volados por el Ejército del Aire, pero con las matriculas civiles EC-ANV (desde octubre de 1958 a octubre de 1976) y EC-ARV (desde 1963 a octubre de 1976). Volaron para el Servicio de Comprobación de Ayudas (encargados de la calibración y comprobación de la red de ayudas a la navegación aérea) dependiendo de la Subsecretaría de Aviación Civil y con base en Barajas (Madrid). Presentes en casi todas las bases y unidades del país, trabajando como escuela de polimotores, de navegantes, de navegación instrumental, como transporte de personal en las estafetas, cargueros, tirando paracaidístas, etcétera, así volaron mas de 225.000 horas en el transcurso de los 30 años de su vida operativa que finaliza en 1978. En todos estos años tan sólo se produjeron 4 accidentes fatales. (Los T.3: 1, 6, 37 y 44).

Volvamos ahora nuestra mirada sobre el T.3-36 que es el protagonista de nuestras imágenes. Es comprado a la Charlotte aircraft E. y entra en servicio el 10 de enero de 1962 en el Ejército del Aire. Su primer destino fue el ala 35 en la Base aérea de Getafe (Madrid) aunque este destino fue breve, pues a los pocos meses pasa destinado a la Escuela de polimotores en Jerez de la Frontera (Cádiz). Desde aquí pasa al ala de Transporte 37 en Albacete y en 1965 es sometido a su primera revisión de tercer escalón, en España, en CASA (Construcciones aeronáuticas S.A.), Sevilla. A su salida es destinado a Matacán (Salamanca) hasta que en 1972 regresa a Sevilla para una nueva gran parada.
Sus últimos años de servicio los pasa entre el sol de la Islas Canarias (Ala 46) y la Escuela Militar de Paracaidismo (721 escuadrón). Es dado de baja el 20 de abril de 1976 y depositado en la Maestranza Aérea de Madrid hasta su entrega al Museo del Aire el 6 de octubre de 1977. Su estado de conservación exterior es bueno, y recientemente se ha terminado la labor de restauración interior. Este completo trabajo, ha sido desarrollado por uno de los equipos de la Asociación de Amigos del Museo del Aire. Esperamos que en un futuro no muy lejano pueda visitarse su interior; hasta que este dia llegue sirvan estas imágenes para poderlo disfrutar.



Aunque diseñado a finales de 1940, el Saab Lansen (lanza) combinaba tal cantidad de buenas cualidades, que permaneció en en servicio en la Fuerza Aérea Sueca, hasta 1979. La versión original del A32A era un avión de combate aire tierra que venía a sustituir al Saab 18 bomber de motor de pistón, ya que era notablemente mayor y con mayores prestaciones que cualquier otro caza similar de su época.

Un artículo de Rafael García Cardeña

El prototipo del Saab Lansen voló por primera vez en noviembre de 1952 y el avión entró en producción en diciembre de 1955. El motor elegido para el Saab Lansen fue el British Rolls.Royce Avon turbojet, unido a un posquemador y una boquilla variable de fabricación sueca. El modelo A32A tenía la versión RMA5A2 de este motor, mientras que el modelo posterior de caza nocturno tenía el modelo RM6A, derivado del más potente Avon 200, con un nuevo postquemador. La tercera versión del Lansen es el avión de reconocimeitno modelo S32C, que tenía motores RM5A2 y que comenzó sus vuelos en marzo de 1957 con un sistema de cámaras básico pero actualizada posteriormente con el ECM, un equipo avanzado de navegación y ambos dotados de sensores para que proporcionaban un sistema de reconocimiento multi espectral.

En 1965 fueron implementados equipos electronicos avanzados para el Saab 37 Viggen. En 1979 el A32S fue reemplazado por el Saab AJ37 Viggen y el J32B fue reemplazado por el Saab J35F Draken que sirvió solo como diana en distintas maniobras militares. Unos pocos S32C, sin embargo, permanecieron en uso el en Ala F11 en Nykoping, aunque fueron reemplados por las versiones SF37 y SH37 del Viggen. Los restantes 24 J32B fueron transformados en los J32D (12 como dianas) y 12 como unidades de entrenamiento con el sistema ECM. En la primavera de 1991 este avión fue presentado en la unidad 32 del F12M en Malmslatt y volaron en distintas misiones de apoyo de guerra electrónica. Tres J32B como entrenadores, seis J32D como dianas y catorce J32E para ser utilizados en misiones de interceptación electrónica. Tambie se utlizaron estos modelos para simulación de entornos de bloqueo electrónico. En 1994 algunos otros permanecían en servicio para ser utilizados como "dianas volantes" en Norrkoping. En 1997 el EW "agressor" fue retirado del servicio a un gran coste.

En noviembre de 1999, uno de estos Saab 32 Lansen, llegó volando, junto a un Saab 37 Viggen, desde Suecia hasta el aeródromo de Cuatro Vientos en Madrid. Era la primera vez que un reactor aterrizaba allí. Ambos aviones eran donación de la Fuerza Aérea Sueca al museo del Aire de Cuatro Vientos. El personal que pilotaba los aviones firmó sus nombres sobre su fuselaje. En las imágenes pueden ver a varios miembros de la Asociación de Amigos del Museo del Aire, alrededor de estos aviones dos días despues de su llegada al aeródromo madrileño. En la actualidad estos dos aviones están ubicados en la zona dedicadas a reactores del Museo del Aire.


Con la misión de localizar las aeronaves siniestradas dentro del espacio aéreo español o áreas de responsabilidad española y suministrar el auxilio necesario se creaba el 16 de enero de 1.956 el Servicio de Búsqueda y Salvamento Aéreo. Las escuadrillas creadas a tal efecto fuero numeradas a partir del número 50, así se crearon la 50 y 51 en Pollensa (Mallorca), la 52 en Gando (Gran Canaria), la 53 en Getafe (Madrid).

El material con el que se dotó al SAR español de la época fue: Dornier Do-24, Sikorsky H-19B, CASA 2.111 (Versión española del Heinkel He-111), y el protagonista de nuestra historia el Grumman SA-16 A Albatros. Varios "motes" ha llevado este avión a lo largo de su vida operativa. Para los estadounidenses fue "La Reina del Hangar" por lo complejo de su mantenimiento y para los pescadores españoles fue "La Salvaora" debido a las misiones SAR que le fueron encomendadas.

Esta aeronave ha servido prácticamente en los cinco continentes, pues ha volado con los colores de USA, Canadá, Argentina, Colombia, Brasil, Italia, Portugal, Filipinas, China Nacionalista, Portugal, Noruega, Grecia y Japón. En base a los tratados de ayuda y cooperación con los Estados Unidos llegan a Getafe el 18 de Mayo de 1.954 procedentes de Florida los dos primeros Albatros españoles, de un total de siete. No demasiado apreciados por sus tripulaciones, que añoraban las mejores condiciones marineras del Dornier Do-24, el Albatros sirve en España a lo largo de 25 años, siendo retirados en diciembre de 1.978. De las muchas anécdotas debidas a sus labores humanitarias mucho se conoce, pero quizá la mas curiosa y poco conocida sucedió en 1956. En este año y con motivo de la proclamación de la Republica de Pakistán un Albatros sirvió como curioso avión oficial para transportar al general González Gallarza (en calidad de Embajador Extraordinario) desde España hasta ese lejano pais.

Una vez que trepamos por la escalera al interior de este aparato, nos llama la atención su confortable y espaciosos interior, no en vano se han realizado versiones para el transporte de pasajeros (Chalk´s en Florida) e incluso modernizado con turbinas. Otros aspectos sorprendentes son las puertas de su interior "tipo barco", y como en casi todos los hidroaviones o aparatos anfibios el mando de gases y de regulación de mezcla de los motores se encuentran en el panel superior entre las cabezas de ambos pilotos.

Los Albatros españoles del SAR, lo fueron todos de la versión G.251, y nuestro protagonista es el número de fabrica 68 y ex - USAF 51-5304. Este avión llega a España el 15 de enero de 1971 y es, finalmente, entregado al Museo el 11 de mayo de 1979. Pasó toda su vida operativa en el 801 escuadrón en la Base aerea de Son San Juan (Palma de Mallorca). Todas sus revisiones, como las de sus hermanos fueron llevadas a acabo en la Maestranza Aérea de Sevilla, donde quedó depositado desde el 4 de Agosto de 1975 hasta la fecha de su entrega al Museo del Aire en Cuatro Vientos. Este aparato ha sido completamente restaurado en su exterior e interior por un grupo de abnegados miembros de la asociación de amigos de este Museo, sirvan de testimonio las fotografías que ilustran estas lineas.


T.4-1 Primero de los C-54 españoles.(Foto: Juan Arraez)

T.4 ha sido la designación militar española del C-54 Skymaster. Este código fue utilizado previamente en el Ejército del Aire para designar dos Fw 200 Condor y posteriormente los Lookheed Lodestars procedentes de la compañía CANA (Compañía Auxiliar de Navegación Aérea).



A principios de 1956 llegan a la Base aérea de Getafe, en Madrid, una docena de Fairchild C-119F Boxcar, que codificados T.9 y con la cruz de San Andrés pintada, son los primeros candidatos para dotar el Ejército del Aire de un transporte pesado. Sin embargo, su gran capacidad de carga y la complejidad de sus motores provocan su devolución a la USAF sin llegar a prestar servicio activo. Este hecho deja el camino abierto para la llegada a España de los C-54, pues los DC-4 civiles prestaban servicio en Iberia desde julio de 1946.
Los primeros seis C-54D, llegan a España en mayo de 1959 procedentes de la USAF, y son codificados T.4-1 a T.4-6. Todos ellos pasan a formar parte del Ala 35 de transporte, a excepción del T.4-5 que es destinado al Grupo 91 de Estado Mayor. La selección de este avión de transporte resultó tan acertada para las necesidades del Ejército del Aire y era tal la calidad de la aeronave, que desde su llegada hasta septiembre de 1961 acumularon un total de 3.200 horas de vuelo, con una operatividad cercana al 100%.
Ante el éxito se decide la compra de un lote adicional de cinco aviones que son comprados a Charlotte Aircraft Engineering entre octubre de 1961 y marzo de 1962. Es en este lote de compra cuando arriba a España nuestro protagonista, el T.4-10. Destinado originalmente al Ala 35 fue transferido al Grupo de Estado Mayor en mayo de 1962. Se trata del C-54A (USAF c/n 42-72261 y número de construcción 10.366 y ex N-88934).
Destinado al transporte VIP junto al T.4-5 son llamados cariñosamente La Vaca Sagrada (T.4-5) y El Choto (T.4-10), básicamente debido al cuidado con que ambos aviones son atendidos por el personal del Grupo 91. Pasarán toda su vida operativa en este escuadrón 911 y ligados a la Base Aérea de Getafe. Ambos aviones prestaron servicio en el Escuadrón junto con los DC-3/C-47, Convair 440 Metropolitan, Piper PA-31 Turbo Navajo y CASA 212 Aviocar.
Tras sumar, junto a la flota completa de 17 C-54 que lucieron escarapela militar española, 80.000 horas de vuelo y solo dos aviones perdidos en accidente, son retirados del servicio en diciembre de 1976. Estos 17 C-54 representaron, hasta la llegada de los Hércules, la columna vertebral de la aviación de transporte militar española. El T.4-10 es entregado al Museo del Aire el 10 de marzo de 1977 y desde entonces reposa en sus jardines, mientras que del T.4-5 se puede contemplar seccionada la cabina en uno de los hangares.
El estado de conservación del T.4-10 es impecable a pesar de estar a la intemperie, gracias a la labor de la Asociación de Amigos del Museo del Aire que se encargan de su mantenimiento exterior e interior.
SPANISH AIR FORCE C-54s

Serial

USAF s/n

c/n

Remarks

T.4-1
T.4-2
T.4-3
T.4-4
T.4-5
T.4-6
T.4-7
T.4-8
T.4-9
T.4-10
T.4-11
T.4-12
T.4-13
T.4-14
T.4-15
T.4-16
T.4-17

42-72480
42-72543
43-17219
42-72607
42-72719
42-72598
44-9121
44-9087
44-9038
42-72261
44-9118
45-609
45-593
42-72633
43-17250
42-72484
42-72514

10585
10648
22169
10712
10823
10703
27347
27313
27264
10366
27344
36062
36046
10738
22200
10589
10619

wfu Aug 5, 2022
wfu Nov 26, 1976: to Spanish civil EC-BQK
w/o Jul 4, 1962; wfu Aug 9, 2022
wfu Dec 31, 1976: to Spanish civil EC-APD
wfu Sep 30, 2022
wfu Dec 31, 2022
wfu Dec 31, 1976: to Spanish civil EC-BXJ
wfu Apr 30, 2023
wfu Dec 31, 1976: to Spanish civil EC-BXK
wfu Dec 31, 2022
w/o Aug 9, 1976; wfu Mar 18, 1977: to Spanish civil EC-BQL
wfu Dec 31, 1976: to Spanish civil EC-BQM
wfu Jul 10, 1976: to Spanish civil EC-BXL
wfu Dec 31, 1976: to Spanish civil EC-BQH
wfu Jul 10, 1976: to Spanish civil EC-BQI
wfu Jul 10, 1976: to Spanish civil EC-BQJ
wfu Jul 10, 1976: to Spanish civil EC-APE


BONUS!!
Descarga el DC-4-6 de la serie T-4 para tu Simulador de Vuelo.
Aircraft designer: Tom Gibson y Raf Geukens. Modified AFX: Harry Follas.
Repainted in Spanish Air Force colors: Antonio Morales.
Download: t-4-6.zip

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