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Historias de Pilotos:

"Terror sobre el Atlántico": excelente relato de Javier Fernández de Bobadilla
Javier Fernández de Bobadilla: sesión de refresco en el simulador del Boeing 757, una pormenorizada descripción

 En un intenso y excelente relato, Javier Fernández de Bobadilla, copiloto de Boeing 767 para la compañía española Air Europa, nos mete en la piel  de unos pilotos que sufren un serio incidente en medio del atlántico y en  la noche más negra, tras haber despegado de La Habana. No vamos a desvelar el final de esta apasionante historia. Tan sólo explicar que ciertamente pone los pelos de punta

Estamos a FL330, cómodamente a 24ºC en nuestra cabina, recién acabada la cena. Hemos salido hace dos horas de La Habana y estamos ya con New York Oceanic Control en HF. Están hechos casi todos los papeleos y solo nos queda recibir nuestra autorización oceánica en VHF, cuando lleguemos a Bermuda, antes de entrar en el espacio aéreo MNPS (Minimun Navigation Performance Specifications). Salimos de noche de La Habana y no hay luna, por lo que la sensación de vacío es total.

Nuestro alternativo ETOPS es ahora Nassau, Bahamas y luego St. Johns en Terranova ya que desde hace unas semanas Bermuda cierra por la noche. Miami nos autorizó directos a DEENO y ahi estaremos dentro de 28
minutos. El último punto que sobrevolamos fué TANIA, el límite entre el FIR de Habana con Miami y lo pasamos con mas de 36 toneladas decombustible.

Todo está tranquilo y procedemos a empezar a leer la prensa nacional que la Jefa nos ha dejado, a ver que ha ocurrido en estos dos días que llevamos fuera. Tres pitidos cortos nos sobresaltan y avisan que un mensaje de "Caution" (mensaje grave, pero no tanto como un Warning, que sería fallo de motor, fuego, etc.) ha aparecido en el EICAS: LOW FUEL y  FUEL CONFIGURATION leemos atónitos.

Automáticamente levantamos la cabeza al indicador de combustible. Nos quedan 1000 kilos de combustible, minutos de vuelo. Nuestro instinto de conservación nos hace pensar que hay un error de indicación ¿Como va a
ser eso cierto?¿Hemos tenido una pérdida masiva de combustible y hemos perdido 30 tons. en unos minutos?¡No puede ser, imposible, el FQIS haciendo de las suyas!

Por si acaso el Comandante de ha ido para atrás, a ver si puede ver algún rastro de una pérdida de combustible. Vuelve al cabo de unos minutos y me dice que nada, que no se ve nada. Ya solo quedan 700
kilos...

Nuestro nerviosismo crece mientra sigue disminuyendo el combustible. Esperamos que se produzca el milagro y vuelvan a aparecer las 30 toneladas. Lo intentamos todo, bombas, crossfeed, breakers. El indicador
llega a cero. Nunca pensamos que en nuestras vidas llegariamos a ver eso
en vuelo.

Pasan unos segundos eternos. Notamos una guiñada, ¡el motor izquierdo se está parando! ¡No puede ser! A los pocos segundos el derecho hace lo mismo. Lo que sigue luego es ya el caos. El avión se queda a oscuras
prácticamente. Se enciende la iluminación de cabina. Al pararse los motores nos quedamos sin presurización y la cabina se empieza a despresurizar. Caen las máscaras, la famosa RAT se despliega. La Jefa de cabina entra en cockpit con una botella de oxígeno y nos encuentra a los dos con las mascarillas puestas, con la lista de emergencia en la mano leyendo el procedimiento de "Ditching" con la linterna.

El Comandante le dice como puede que prepare el avión para una toma en el mar. Nosotros seguimos con la lista, pero poco podemos hacer. No podemos sacar los flaps, no tenemos variómetro (nos hemos quedado con los instrumentos de emergencia) para medir nuestro régimen de descenso, no tenemos luces de aterrizaje, no tenemos....

Vamos por 25.000 pies y nos acordamos ¡Hay que llamar a control!
Mayday, Mayday, Mayday! Damos nuestra posición y emergencia en todas las frecuencias disponibles. Nos ponemos los chalecos salvavidas. Intentamos
recordar todo eso que siempre hemos leido sobre los amerizajes: aterrizar paralelos a las olas, etc, aunque en nuestro subconsciente sepamos que nadie ha sobrevivido a un amerizaje en alta mar.

Pasamos 10.000 pies. Nos quitamos las máscaras, ya inutiles. La Jefa nos dice que la cabina está preparada. Seguimos bajando. No se ve nada. Pasamos por mil pies. Le voy cantando al Comandante las alturas de cien
en cien. No sabemos siquiera si son buenas, no tenemos calado el QNH y no hay radioaltímetro...

Pasamos 250 pies y se oye un estruendo. La pantalla se pone roja. El simulador se ha parado. Nos quedamos los tres inmóviles durante unos segundos que parecen horas y hasta que el instructor nos dice, "venga,
vamos a tomar un café y relajarnos" no reaccionamos. Salimos del simulador casi temblandonos las piernas y empapados en sudor.

El caso descrito es extremo, muy duro, pero muestra como el instinto de conservación humano es tan fuerte que se niega a aceptar una evidencia y a decirte que te tienes que tirar al mar con un avión y encima de noche,
sabiendo que tus posibilidades de salir con vida son casi nulas.

¿Que se podía haber hecho mejor? Pues es dificil de hacer, pero haber declarado la emergencia nada mas ver los 1000 kilos y haber hecho un descenso con motor, con luces, todos los instrumentos, dando mas tiempo
a planear lo que se va a hacer y coordinar con la Jefa de Cabina.

Javier, piloto de Air Europa a bordo del Boeing 767 y del Boeing 757, describe minuciosamente para Avion Magazine.Com todos los detalles de una de sus sesiones de refresco "a bordo" del simulador del 757 de Senasa. La "caja de los sudores", como es descrita entre los profesionales de la aviación civil, no es ningún juguete, es una auténtica máquina de stress en dónde someten a los pilotos a toda clase de fallos del avión. Así se mantienen entrenados para los imprevistos más crueles y así mantienen nuestra seguridad como pasajeros.

No puedo creer que hayan pasado tan sólo seis meses desde mi última sesión de refresco en el simulador del 757. Tenemos que hacerlo dos veces al año para mantenernos al día en todas esas maniobras que no suelen hacerse en un vuelo real pero que nos mantienen entrenados por si en alguna ocasión algo va mal en el avión.

Hoy haremos un par de vuelos de entrenamiento, para entrar en calor, y mañana practicaremos toda clase de aproximaciones CAT II y también algunas más de no precision. A esto se sumará algunas prácticas de aproximaciones con fallo de motores, uno o dos, complicado con fallos hidráulicos, eléctricos e incluso con problemas en los controles de vuelo.

Me uno a mi comandante y nos dirigimos a la sala de briefing, donde nos encontramos con nuestro instructor de hoy (también es comandante de la compañía). Nos explica el perfil de la sesión, lo que vamos a hacer en el simulador. Seré el piloto al mando en nuestro primer vuelo desde Palma de Mallorca hasta Madrid y el segundo piloto en un vuelo entre Madrid y Bilbao. Preparamos el vuelo como si se tratase de un vuelo real, computerizando los planes de vuelo, las condiciones meteorológicas, los Notam, los procedimientos de despegue y, además, también rellenamos manualmente una hoja de carga para practicar, para mantener desoxidado el cerebro.

Después de completar todo este trabajo, echamos mano del Manual de Aerovías de Jeppesen que necesitaremos para el vuelo y nos dirigimos a la "caja de los sudores". Es un Boeing 757 de nivel "D" fabricado por Flight Safety. Significa que es un simulador tan real que puedes ir directamente desde él hasta tu primer vuelo real de línea a bordo del auténtico 757. Afortunadamente el avión de verdad vuela incluso mejor que "la caja de los sudores".

Nos acomodamos en los asientos del avión y empezamos a prepararlo para el vuelo. Estamos tan concentrados en lo que tenemos que hacer que olvidamos que nos encontramamos en un simulador. Tenemos que creer que estamos a bordo del avión de verdad o nuestro entrenamiento perderá toda efectividad. Tenemos que hacer todos los procedimientos exactamente igual que si estuviésemos en el un Boeing 757 real.

Hacemos las "checlist" y solicito la puesta en marcha y el permiso para el "push back". Tan pronto como el avión va retrocediento hacia atrás, ponemos en marcha el motor derecho. Todo parece normal... pero tras veinte segundos, el motor se niega a arrancar. Debe ser una mala ignición de modo que retomamos el procedimiento para apagar la entrada de fuel y pulsamos el botón para el otro motor de ignición. En esta ocasión el motor se enciende sin ningún problema. El izquierdo también comienza a funcionar sin ningún problema. Completamos más listas de chequeo y carreteamos hasta la cabecera de pista en servicio. El comandante hace el briefing de despegue repasando lo que haríamos en caso de que algo fallase antes y después de nuestra velocidad V1, situada hoy en 135 nudos. Básicamente si un motor falla antes de alcanzar los 135 nudos el comandante abortará el despegue aplicando frenos a fondo, frenos aerostáticos y la reversa a plena potencia. Si el fallo ocurre tras pasar el límite de los 135 nudos continuaría el despegue y, ya en el aire, iniciaría de inmediato el procedimiento de fallo motor. Somos autorizados a despegar... más chequeos y..... allá vamos!!

80 nudos, V1, rotación!! El despegue es completamente normal, pero cuando estamos subiendo los flaps y slats, estós últimos se niegan a subir. Reducimos la velocidad para no exceder los límites y reclamo la lista de chequeo de emergencia. Yo soy el que pilota el avión, de modo que lo sigo volando conectándo el piloto automático para reducir mi carga de trabajo y tomar el control de las comunicaciones también para que el comandante realice los procedimientos apropiados.

Esto fue fácil. Retraemos los stats con el sistema alternativo evaluando al mismo tiempo si podemos continuar nuestro vuelo hacia Madrid o si damos la vuelta para aterrizar en Palma. Decidimos que podemos continuar con seguridad nuestro vuelo, y comunicando por la frecuencia de la compañia los fallos que hemos comprobado de modo que tenga a un mecánico preparado en Madrid para echar un vistazo al avión.

Continuamos el ascenso hasta nuestro nivel de crucero, 350. Todo parace normal cuando, repentínamente, el EICAS (Indicador de motores y sistema de alerta a la tripulación), nos avisa de que la presión del aceite en el motor izquierdo está decreciendo a toda prisa. Lo apagamos y acudimos de nuevo a la lista de procedimientos. Regulo el motor derecho para que funcione a máxima potencia, pero ni siquiera así tenemos suficiente como para alcanzar el nivel 350. Declarmos emergencia y comunicamos que tenemos que descender a nivel 230, la altura máxima que podemos mantener con el peso actual del avión y la potencia que tiene tras el fallo del motor izquierdo. No hacemos un descenso acelerado. Realizamos un procedimiento de descenso suave perdiendo altitud progresivamente hasta que nos encontramos a nivel 230. Tan pronto como estamos en ese nivel comenzamos a preparar nuestra llegada a Madrid, escuchando el ATIS y programando el FMC (Computadora de manejo de vuelo) con los datos apropiados. Realizo el briefing para nuestra aproximación con un solo motor al aeropuerto de Madrid Barajas "cantando" el procedimiento que esperamos, las frecuencias, las altitudes de seguridad mínimas, los mínimos en el aterrizaje, y los procedimientos frustrada con un solo motor, etc. El comandante avisa a la supervisora y le informa sobre nuestra situación. Pide un café, pero se le niega. !!No están permitidos ni bebidas ni alimentos dentro del simulador!!

Volamos con un solo motor, pero eso no es un problema. Todos los aviones bimotores pueden volar con tan sólo uno de ellos, pero además el 757 con sus Roll royce RB.211-535E4, tiene incluso fuerza de sobra. Continúo el vuelo con el piloto automático "trimando" el avión para la configuracion a un solo motor que llevamos. Solicitamos vectores para una larga aproximación de modo que ésta sea todo lo cómoda que podamos. Solicito Flap uno y las luces de EICAS se encienden de nuevo comunicándonos que existe un problema de desarreglo de slats de nuevo, tal y como habíamos sospechado. Mientras de nuevo estamos examinando los procedimientos emergencia, nos encontramos ya en la sona de aproximación. El comandante, de nuevo, tiene que seguir el procedimiento siguiendo la lista de chequeos. Yo continúo volando el avión, pero también repito el procedimiento con él. Tendremos que utilizar el sistema alternativo para bajar los slats y los flaps, lo que significa la utilizacion del motor eléctrico en lugar de los hidráulicos, cosa que lleva más tiempo.

Estamos listos para comenzar nuestra aproximación y de nuevo solucionado el problema con los slats. Ya que volamos tan sólo conla potencia de un motor usaremos tan sólo una configuracion de FLAP 20 para aterrizar en lugar de los 30 habituales. Esto resultará en una velocidad de aterrizaje más alta de la normal y un poco menos de "cola picada" en la toma, pero nada más. Intercepto el localizador y la senda con la ayuda de los indicadores del Flight Director. Una vez establecido desconecto el piloto automático para poder "sentir" el avión, trimándolo con cada cambio en la potencia. La toma resulta perfecta para haber sido realizada en un simulador, careciendo de las pistas visuales que tienes cuando aterrizas un avión de verdad.

Hemos finalizado el vuelo con éxito. Ahora sí que es hora de tomarse un café, pero no crean que tenemos mucho tiempo como para relajarnos. Tenemos que prepararlo todo rápidamente para el siguiente vuelo. En esta ocasión será el comandante quien vuele el avión y yo tendré bajo mi responsabilidad las listas de chequeo de emergencia en el vuelo siguiente. Mañana tendremos otras cuatro horas de duro trabajo en el simulador seguidos por su correspondiente "debriefing". Ahora ya saben porqué llamos al simulador "la caja de los sudores".



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